domingo, 7 de abril de 2013

Fantasear


Por: Camila González Plata
“Se acerca, le pido que fantasee un poco conmigo, que me desee mucho más. Sonríe y me abraza fuertemente”.

Los hombres no son absolutamente necesarios, sólo son necesarios cuando una mujer necesita sentirse sexy, cuando una mujer necesita sentirse objeto de travesuras, ser lo más sucia posible sin que él o ellos le recriminen nada al respecto. Últimamente,  y hablando con amigas amantes a ser amantes, descubrí que los hombres nos subestiman un poco creyendo que no con cualquier mujer se puede tener cualesquier fantasía…

“Se quitó la ropa y lo observé con los ojos acechantes, con la pupila enfocada en su cuerpo, con los labios húmedos, con las mejillas rojas. El calor penetrante en el cuerpo no me dejaba pensar  y, de pronto, él estaba desnudo frente a mí y yo estaba desnuda frente a él”

No encuentro motivo para estar hablando de éste tema; últimamente he sentido la extraña sensación de retomarlo. Antes, cuando escribía para mí y sólo para mí, cuando no permitía que alguien más me leyera, cuando no permitía que desentramaran  el tejido de telaraña existente en mi cabeza; ese, la sexualidad, era un tema diario, un tema que me perseguía a cada instante, a cada paso, con cada encuentro, con cada mirada, con cada respiro.

“Nos observamos por un tiempo, luego él me acarició el cuerpo con sus manos ásperas, con sus manos gruesas, con sus manos firmes. Me estremecí y  se sonrió. Me tomó entre sus brazos y de un esfuerzo casi imperceptible me encontré encima suyo; me meció, me acarició, me volvió a mecer y grité”.

Ahora, vuelvo a ser perseguida; ahora, vuelvo a fantasear.

2 comentarios: