Por: Camila González Plata
“Se acerca, le pido que fantasee
un poco conmigo, que me desee mucho más. Sonríe y me abraza fuertemente”.
Los hombres no son absolutamente
necesarios, sólo son necesarios cuando una mujer necesita sentirse sexy, cuando
una mujer necesita sentirse objeto de travesuras, ser lo más sucia posible sin
que él o ellos le recriminen nada al respecto. Últimamente, y hablando con amigas amantes a ser amantes,
descubrí que los hombres nos subestiman un poco creyendo que no con cualquier
mujer se puede tener cualesquier fantasía…
“Se quitó la ropa y lo observé
con los ojos acechantes, con la pupila enfocada en su cuerpo, con los labios
húmedos, con las mejillas rojas. El calor penetrante en el cuerpo no me dejaba
pensar y, de pronto, él estaba desnudo
frente a mí y yo estaba desnuda frente a él”
No encuentro motivo para estar
hablando de éste tema; últimamente he sentido la extraña sensación de
retomarlo. Antes, cuando escribía para mí y sólo para mí, cuando no permitía
que alguien más me leyera, cuando no permitía que desentramaran el tejido de telaraña existente en mi cabeza;
ese, la sexualidad, era un tema diario, un tema que me perseguía a cada
instante, a cada paso, con cada encuentro, con cada mirada, con cada respiro.
“Nos observamos por un tiempo,
luego él me acarició el cuerpo con sus manos ásperas, con sus manos gruesas,
con sus manos firmes. Me estremecí y se
sonrió. Me tomó entre sus brazos y de un esfuerzo casi imperceptible me
encontré encima suyo; me meció, me acarició, me volvió a mecer y grité”.
Nunca dejes de soñar.
ResponderEliminarNos leemos.
Besos ;-)
Nunca dejaré de hacerlo, de eso puedo estar segura. ;)
Eliminar