tag:blogger.com,1999:blog-74096361352919141082024-02-20T17:59:18.770-08:00Soliloquiame.Unknownnoreply@blogger.comBlogger23125tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-23754462828230450642015-05-14T21:19:00.002-07:002015-05-14T21:19:24.272-07:00CasquillerosCruzas el pasillo, das vuelta para entrar al ascensor y allí está él, como siempre, emanando sensualidad por cada poro del cuerpo. Te fijas en él y lo miras de arriba a abajo y, después de detallarlo todo, desde sus zapatos hasta la constitución ondulante de su cabello, te haces a su lado, le sonríes y lo saludas; él te devolverá un "hola" con una sonrisa que de inmediato hará temblar tus piernas y sentirás como todos tus pensamientos se derriten entre tus manos que sólo ansían tocarlo. Él sabrá lo que está haciendo, sabrá de inmediato el efecto que hace en ti y tu, junto con él, serás plenamente consciente de que lo único que recibirás de su parte serán miradas fijas y palabras obscenas, un poco de chat caliente y una atmósfera aferrada al coqueteo porque así son los hombres casquilleros.<br />
<br />
Si estás sentada sola, en una parte aislada donde nadie pueda verlo, se te acercará y te hará volar por un par de horas con una conversación y unas miradas bastante candentes que querrás poseer aunque sea por una noche, pero si, en cambio, estás con alguien más, se parará frente a ti mientras te mira fijamente como haciéndote algún reclamo. No le hagas caso, igual, él no te dará nada excepto emociones, no tendrás una noche lujuriosa, ni caricias que te calienten, ni toques inesperados, ni respiraciones inconstantes en tus labios; sólo tendrás su mirada, su atención, su juego. Porque los hombres casquilleros no lo dan, ellos se cuidan y les gusta desenfocar a mujeres inocentes, atrevidas y casi tan desesperadas como ahora vos lo estás por ese hombre que acabas de saludar en el ascensor.<br />
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<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-17485199038638447602015-04-26T06:15:00.002-07:002015-04-26T06:15:59.357-07:00¿Graduarse?La mayoría de las personas, o por lo menos así me lo parece, piensan que graduarse de la universidad es una de las mejores cosas de la vida; un logro más, una posibilidad de salir adelante, algo que les abrirá puertas hacia el futuro y que les permitirá, al fin, irse de la casa y emprender una nueva vida. Pero no piensan en los años que gastaron, la plata que se perdió - o se invirtió -, las muchas trasnochadas para ganar los exámenes, los meses de angustia preparando los talleres y exámenes finales, las peleas con los profesores, las peleas con la facultad, las ganas de mejorarlo todo o de querer seguir despotricando de todo, entre otras muchas adversidades y problemáticas por las que se tiene que pasar. <div>
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Estar próximo a la graduación debería ser un momento feliz, pero en cambio se ha convertido en una crisis existencial de la que no se ve ninguna salida: ¿Qué voy a seguir haciendo? Hay tres opciones que aunque bastante conocidas y aplicadas por la mayoría, se dan de una manera tan natural y casi imperceptible: lo primero es trabajar, conseguir trabajo lo antes posible para que en tu casa comiencen a darte independencia, eso sí, no te podrás esquivar cuando tu salario sea insuficiente y tu madre comience a pedirte que te especialices para que ganes un poco más y "ayudes". </div>
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Lo segundo es tener el periodo de vagancia; hacer nada es, si no una de las mejores opciones, la más cómoda para muchos que aún no saben cómo continuar con su existencia, no quieren seguir estudiando, prefieren descansar en casa, y tampoco desean adscribirse a un trabajo sólo para obtener la jubilación (este tipo de personas esperan más de la vida, el problema es que ésta no tiene mucho para ofrecerles). </div>
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Lo tercero es hacer la de los burgueses y seguir estudiando de por vida, aplicarás a becas de tal manera que no sea necesario el trabajo, y cuando consigas trabajo lo harás porque tus maestros te ven como una persona responsable en la que se puede confiar (ya que estudias sin parar y como si no hubiera un mañana). Lo cierto es que, aunque estas tres opciones estén presente y sean alternativas de vivir la experiencia pre y post graduación, ninguna parece adaptarse a la inexperiencia, que tenemos algunos, ante el mundo que se nos viene encima. </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-14054506073389759382015-04-21T20:17:00.001-07:002015-04-21T20:17:15.780-07:00Catarsis, dulce catarsisHace ya un buen tiempo que no me sentaba a redactar algo por simple diversión y justo ahora me ha entrado un afán irrefrenable por sacar de alguna parte las palabras que hace ya tiempo rondan en mi cabeza; sin duda, Karmín (así llamo a mi subconsciente) está jalándome del cabello sólo para que prosiga con esta, a veces, fastidiosa tarea de la cual me ha sido imposible deshacerme.<br />
<br />
Creo que si no tuviera la necesidad incorregible de escribir viviría de mejor manera, mi existencia sería más vaga y placentera, y dejaría de pensar en hacerle catarsis a cada una de las cosas que veo y objeto. Dejaría de estar ensimismada sobre los cuadernos mientras tomo café e intento pensar en algo inteligente que pueda expresar todas esas cosas que, al final, consumen por dentro.<br />
<br />
¡Qué tragedia esto de escribir, de pensar, de mantener la mente inquieta aún en los sueños! Y a veces uno fracasa y no quiere pensar lo visto, ni narrar lo leído, no quiere estar encontrando palabras perfectas que se ajusten a oraciones perfectas y a situaciones perfectas, que expresen emociones perfectas capaces de transformar a lectores; y, a veces, es mejor que los lectores no lo sepan, es mejor que no se den cuenta de todo el sufrimiento que este accionar de las letras acarrea.<br />
<br />
Yo creo que debería olvidarme de la escritura, que debería dejar las ilusiones que de vez en cuando devela; debería leer lo que otros ya escribieron y existir a través de las historias triunfales que se han ganado un lugar en el tiempo, pero ya escribir se hizo inevitable y no podré tener mi catarsis, no podré quemar los 17 diarios que se han vivido, los 2 cuadernos de amor que han permanecido sin dueño, las 34 historias que no se han leído y los 2 poemas productos de un pesado delirio.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-7421906576555791872014-07-29T15:56:00.000-07:002014-07-29T15:56:01.156-07:00LLegando al cieloPor: Camila González Plata.<br />
La entrada al cielo es una pequeña y diminuta estrella al final de la galaxia, en el único rincón más insignificante y casi invisible para que ningún hombre vea, a excepción de las almas. La estrella es de colores inciertos y cuando alguien se acerca deja verse de un color correspondiente al "aura" - como le decimos aquí en la tierra - de cada alma.<br />
<br />
Cuando entramos al cielo se genera una intensa luz que sólo los ojos del alma pueden soportar; caminas varias épocas en medio de la luz mientras conoces a casi toda la humanidad - y es que cada quien tiene ritmos distintos de andar - que aún por el pasillo van caminando.<br />
<br />
Unas pocas épocas antes de llegar al cielo se llega al paraíso, donde sabemos que Adán y Eva hicieron su primera aparición; aquí ya es el lugar donde las almas se quedan a descansar. Muchas han permanecido allí desde los inicios de la humanidad, y es que por ahí se rondan cosas como que si se sigue el camino iluminado, de un momento a otro se tornará oscuro y ya no habrá regreso. Algunas almas temerosas han permanecido allí mucho tiempo debido a los rumores paradisíacos; en cambio, las almas inquietas que se arriesgan porque no han encontrado el confort en el paraíso, toman de nuevo el camino, y después de muchas épocas, encuentran un salón vacío.<br />
<br />
Es un salón como los que hay en la tierra porque, después de todo,está diseñado por los recuerdos del hombre que antes el alma habitaba. Aquí el alma hace lo que no pudo hacer en su tierra, sean cuestiones netamente humanas o materiales. Lo cierto es que muchos se quedan allí porque son muchas las cosas que necesitan tener hechas, mientras que otros encuentran una puerta y salen a ese pasillo oscuro donde se dejan ver flores de colores y, de pronto, un camino dorado se alza hacia algún lugar en el firmamento de la tierra, hacia un rincón donde nadie vea y, allí, las almas se unen, como en un concejo y comienzan la construcción de un nuevo universo; después de todo, otros cielos construyeron el nuestro.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-7835333925262691352014-07-15T12:53:00.000-07:002014-07-15T12:53:01.393-07:00El local <div class="MsoNormal">
Por: Camila González Plata. <o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hace ya bastante tiempo que he dejado de escribir, y es que
las ganas y la locura frenética y angustiante por expresarme no me ha alcanzado
sino hasta ahora. He recorrido últimamente más calles que palabras, mas
esquinas que páginas y más gente que imágenes en mi cabeza. Cierto es que la
pesada ciudad a veces lo alcanza a uno; sí, te alcanza y te muerde los talones
con remolinos de ladrones y malos pensamientos, te muerde la espalda con las
luces de semáforos y te muerde la cabeza con el hollín de los carros, el licor
y el humeante viento de los cigarrillos. Pero, ¡Qué decir de las voces! Sí,
esas voces inalterables de las personas, esas voces de murmullos inquietantes y
sin aliento al frente de esas vitrinas, que se dirigen a los estorbosos
reflejos del sol cuando caminas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Yo siempre hago un mismo recorrido, a veces lo alargo con un
paso lento y encorvado, otras lo embellezco con la postura erguida y bailarina,
pero siempre es el mismo recorrido. La misma equina, la misma mitad de la calle
y sólo una tienda estorbosa que no se acomoda. Sí, esa tienda que primero fue
de ropa que, solitaria, desapareció en ese pequeño hueco en el que nada se
acomoda; luego llegaron los pasteles, los dulces, las tortas, pero mis pasos
largos y los de los demás hacía ademán de resistencia. <o:p></o:p></div>
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Me seduje una vez por comprar en lo que después fueron
jugos, pero le cedí el paso a una anciana que cambio mi manera espontánea de
pensar. Ahora sólo quedan las frutas jugosas que se maduran a medida que el sol
las coge; están las verduras que, al parecer, no tienen afán de ser consumidas;
estoy yo que sigo el recorrido casi que ignorando la venta pero con una
fijación constante por ese local tan sin igual, en el que nadie querrá nunca
comprar. <o:p></o:p></div>
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Ver también en: https://soliloquiamenow.wordpress.com/2014/07/15/el-local/ </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-68659567536218519202013-05-28T10:00:00.001-07:002013-05-28T10:00:58.020-07:00Termina el semestre; para qué escribir. <div>
Por: Camila González Plata</div>
Estos afanes vacacionales me matarán algún día. <div>
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¿Qué pasa cuando se termina algo? En mi caso sueño extraño y tiendo a tener pesadillas con los ojos abiertos. Saldré a vacaciones la próxima semana, pero no sé si escribiré más o menos de lo que he venido escribiendo. Me da miedo constante presentar todas mis ideas en este blog y que, de pronto, cuando quiera escribir algo verdadero, algo que sea realmente importante, las ideas se me hayan agotado. Quizá tenga más ilusiones en mí de lo que el mundo espera, o quizá sea cierto que algo grande está a punto de pasarme. Y miren, casi estoy en situación novelesca. </div>
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Siento que me agoto (¿Es eso normal?) por temporadas. La dinámica del asunto es la siguiente desde que tenía doce: no dejaré de escribir, escribiré de lo que sea, cuando sea y donde sea. Pensé que podía ser una clase de artista, de esas que presentan su trabajo casi sin esfuerzo. Me equivoqué, y ahora estoy desesperada, agobiada y un tanto angustiada por esto que estoy dejando pasar. Mi inspiración no llega. ¿Necesitaré musa? Pero, cuando se es mujer qué, ¿qué clase de musa es la adecuada para una mujer? Creo que estoy siendo excluida de cualquier metaforica forma de poetizar. </div>
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Me falta el arte, pensé. Ya no me inspiro, ya no escribo como antes y eso me atormenta; ¿para qué escribo? He pensado de forma fija y constante en esta angustiante pregunta y lo cierto es que aún no veo respuesta, solo sé que necesito vomitar todo lo que me llega. No hablo muy bien, presento ideas vagas y poco elaboradas en mi oralidad, pero cuando escribo, soy dueña de mí, de mis pensamientos y de lo que, sin más ni menos, observo. Saldré a vacaciones y descubriré el para qué de mi escritura; entonces, no tendré miedo y comenzaré a contar historia tras historia, pensamiento tras pensamiento y deseo tras deseo, en un soliloquio, sin respuestas. </div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-26299091030377919472013-05-01T13:09:00.000-07:002013-05-02T05:12:07.131-07:00Ir y morir<br />
<div class="MsoNormal">
Hay, en el mundo, cosas que, creo, sólo yo comprendo. La
soledad de las personas no estoy segura si ha ido aumentando o disminuyendo, lo
cierto es que miro con placer aquello que sólo pasa a mi alrededor y deduzco
que estoy fascinada por el mundo, aunque lo odie, estoy fascinada; encantada
por tan brillantes y opacos colores. Escucho a mi lado a alguien cantar y, de
pronto, la música y los instrumentos parecen penetrar en mis oídos como algo
mágico, algo uniforme que me deja absorta. Me produce algo de risa y uno que
otro pinchazo de ironía. <o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Fumo. He fumado recientemente, no tengo idea del por qué lo
hago, pero encuentro uno que otro pedazo de conformidad en cada parte del
cigarrillo; esto antes no me llamaba tanto la atención. Sospecho que me estoy
arruinando, que el mundo me está arruinando; me hundo, me consumo por el
inevitable mañana. Alguien me pregunta
algo, soy sacada de golpe de mi estupor, de mi mirada concentrada en el
espacio, en el más allá de la luz, de los árboles, de la gente. La vista a veces
no ve, a veces no sabe hacia dónde apuntar, hacia dónde conocer. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El dolor de cabeza continúa, me duele desde hace un tiempo,
aún no encuentro el motivo. Pienso que, de pronto, fue el LSD de aquel día, luego vuelvo,
endemoniadamente, a pensar que lo causante fue algo más, y decido que ya no
estoy bien, que me agoto con cada segundo de vida que desperdicio o que,
soberanamente, gasto bien. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La gente, las relaciones con la gente son extrañas. El
viento es tierno hoy, quizá porque lo aplaca el sol. Me iré, estoy segura. En
algún momento cogeré mis cosas, las tiraré y me iré. No sé a dónde, pero quiero
encontrar un sitio, lejos, en un rincón, donde la gente no llegue, donde esté
sola, sin risa, ni alegría, donde no me conozcan y nadie esté dispuesto a
conocerme. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
De nuevo miro, ésta vez a las hojas verdes de los árboles;
su movimiento me atrae. Me asusta no volver a ver todo aquello. Supongo que
entraré en un momento a algún sitio, lejos en alguna clase de apocalipsis
humano, me encontraré y moriré mientras conozco a mis acompañantes, moriré
mientras en la amargura de dos tragos de tequila y la aspereza de un
cigarrillo, ya no esté sola; me encontraré entre la multitud, con la cabeza
gacha y el espíritu ido. <o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-19928231485721534192013-04-07T07:16:00.000-07:002013-04-07T07:16:08.091-07:00Fantasear<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por: Camila González Plata</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“Se acerca, le pido que fantasee
un poco conmigo, que me desee mucho más. Sonríe y me abraza fuertemente”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los hombres no son absolutamente
necesarios, sólo son necesarios cuando una mujer necesita sentirse sexy, cuando
una mujer necesita sentirse objeto de travesuras, ser lo más sucia posible sin
que él o ellos le recriminen nada al respecto. Últimamente, y hablando con amigas amantes a ser amantes,
descubrí que los hombres nos subestiman un poco creyendo que no con cualquier
mujer se puede tener cualesquier fantasía… <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“Se quitó la ropa y lo observé
con los ojos acechantes, con la pupila enfocada en su cuerpo, con los labios
húmedos, con las mejillas rojas. El calor penetrante en el cuerpo no me dejaba
pensar y, de pronto, él estaba desnudo
frente a mí y yo estaba desnuda frente a él”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No encuentro motivo para estar
hablando de éste tema; últimamente he sentido la extraña sensación de
retomarlo. Antes, cuando escribía para mí y sólo para mí, cuando no permitía
que alguien más me leyera, cuando no permitía que desentramaran el tejido de telaraña existente en mi cabeza;
ese, la sexualidad, era un tema diario, un tema que me perseguía a cada
instante, a cada paso, con cada encuentro, con cada mirada, con cada respiro. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
“Nos observamos por un tiempo,
luego él me acarició el cuerpo con sus manos ásperas, con sus manos gruesas,
con sus manos firmes. Me estremecí y se
sonrió. Me tomó entre sus brazos y de un esfuerzo casi imperceptible me
encontré encima suyo; me meció, me acarició, me volvió a mecer y grité”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-CO; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Ahora, vuelvo a ser perseguida; ahora, vuelvo a
fantasear.</span>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-31837567128160385652013-03-18T19:05:00.000-07:002013-04-07T07:17:28.452-07:00MomentumPor: Camila González Plata.<br />
Él la coge del pelo, la atrae contra sí con la pretensión de escucharla más fuerte; más cerca. Ella deja escapar su respiración cada vez más rápido, cada vez más fatigada; tuerce los ojos y grita. Las manos se dirigen a la cintura, la abraza, la muerde en el cuello y ella salta; entre tanto, los movimientos cada vez son más fuertes, el sudor resbala por su espada y ella siente ese mágico calor confundirse en su cuerpo; tiembla, se sobresalta y empieza a mover las caderas con más ímpetu y firmeza. Ella quiere sentir ese calor, esa sensación que la hace inmune a casi todo, y se mueve mientras él espera ansioso su respuesta fugaz, su respuesta salvaje y caliente.<br />
<br />
Las cortinas entreabiertas oscilan con la furia del viento; ambos cuerpos se estremecen, se cubren, se enlazan en un intento por evitar el efecto del aire frívolo contra sus rojos instintos. Su cabello agitado; su cuello húmedo; sus manos fuertes; las nalgas firmes. El pellizco en un seno, el rasguño en la espalda, la mordedura de labios; la fricción. El eco de voces; él, ella, la húmeda almohada, la cama crujiente, el silencioso cuarto; los ojos de enfrente. La camisa en la silla, el pantalón en el suelo, el sostén sobre la mesa y el resto no se recuerda. Sí, ya nada se recuerda. Los fluidos constantes extinguen la razón y el pensamiento; instintos son los que actúan.<br />
<br />
Se detienen, se separan y se miran; sonríen exhaustos mientras examinan sus cuerpos sudorosos e impacientes. Ella hace un movimiento bajo, él se estremece; lo disfruta, lo disfrutan.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-20198061466788450142013-03-10T18:41:00.003-07:002013-03-10T18:45:52.111-07:00Interior: ella. <br />
<div class="MsoNormal">
Por: Camila González Plata.<br />
He tenido mucho desde que estoy escribiendo; me refiero a que
hace mucho debí terminar esto. No importa, igual el contenido no resulta ser interesante y tampoco algo clave que se deberá tener en la
cuenta para el futuro, si es que lo hay. El contenido de éste escrito no es
para nada relevante, no desentraña cosas ocultas que, de una manera u otra, te
dan vueltas en la cabeza. No hagas algo con esto,
aunque si quieres podrías hacerlo… no sé, trátalo a tu gusto o disgusto, como
quieras. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ya sabes, soy una mujer complicada, enredada y un poco… en fin, no hay que seguir ahondando de los
adjetivos que me califican; es algo desesperante y en cierta medida, un tanto
humillante. ¿Por qué? No me lo preguntes, yo no lo sé, la humillación tiene
muchas vertientes, tiene muchos sentidos y sentimientos y emociones que afloran
a través de ella como el vuelvo de las mariposas, supongo. <o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hay cosas que odio mucho y otras que odio poco, pero hay
cosas que odio del todo, no sé cuáles son, pero sé que existen y cuando
averigüe de qué se tratan, entonces, creo que dejaré de ser como soy en este momento y seré más vieja al siguiente. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Hay que aprender a dejarse llevar por lo inesperado, por
aquello que es fantasioso y mágico. Tal vez por eso me incomodan los libros y
las películas de ficción; considero que no vivo en un mundo real, que vivo en
un mundo en el que puedo hacer cualquier cosa, en un mundo en el que puedo
creer y dejarme llevar por los acontecimientos inoportunos e impertinentes o
poco racionales de la vida; son divertidos al fin y al cabo. Leo y veo cosas
que me hacen sentir la realidad; todo lo contrario a lo que hago y digo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me molesta
sobremanera dejarme llevar, pero si no lo hago toda mi mente se colapsa y entro
en una depresión constante, no lloro, no; mi depresión es en cierta medida
siniestra y agotadora, agobiante para muchos… y entonces, resulta que no quiero
tomarme las cosas como deben ser, porque tengo miedo a que todo sea real,
porque le temo a la inseguridad que eso implica. <o:p></o:p></div>
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Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-90348672202648186332013-02-03T12:41:00.002-08:002013-02-03T12:41:43.862-08:00Cómo clavarsePor: Camila González Plata<br />
El primer clavo me lo puso mi hermano en la cadera cuando me dijo que estaba gorda, el segundo me lo pusieron en las piernas porque no sabía correr; no era más veloz, ni más atlética. El tercero fue en mis pechos cuando Jhonn pasó de mí por una con más busto; el cuarto, lo puso mi amiga en mi espalda al decirme que era muy alta; el quinto, lo pusieron en mis brazos al decirme que, el escote que tenía, no se veía bien.<br />
<br />
El sexto, lo puso el doctor en mis pulmones cuando me prohibió fumar; el séptimo clavo, lo pusieron los curas al catalogar los programas de la televisión que a mí me gustaban, de pecaminosos o satánicos; el octavo, lo puso el odontólogo en mi boca; el noveno, lo puso mi madre en mi entrepierna; y ahora el décimo ¡¿planea usted clavármelo en mi cerebro?!Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-31927646559983027292013-01-25T12:18:00.001-08:002013-04-25T16:43:34.763-07:00MelancolíaHay cosas de las que nunca podremos escapar o, por lo menos, algunas de las que no podremos huir.Yo estaba enferma ese día y todo ocurrió muy rápido; no dí explicaciones porque estaba pensando en evitar las náuseas intensas y el dolor de cabeza alcoholizado que me iluminaba el rostro. Me fui. Sí, al final me alejé de la escena como un ave asustada. No hablé mucho, sólo maldecía en mi cabeza el cólico arrollador que me estremecía. Al final, ¿qué quedó de la escena trágica?: sólo un regalo, no mío, sino suyo. Un regalo que aún envuelve el sentimiento oculto de varios años...<br />
<div>
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<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-49315002035863921802012-12-19T20:04:00.003-08:002012-12-19T20:04:26.284-08:00La navidad<div>
Por: Camila González Plata.</div>
La navidad es complicada, hay cosas que no se pueden controlar, como la cantidad de luces en las ventanas de los edificios vecinos, la cantidad de comida ingerida, la cantidad de visitas indeseadas pero que por ser navidad son más que bienvenidas, la cantidad de natilla y buñuelos que ya no caben en la nevera, la cantidad de novenas a las que van los niños sólo por conseguir dulces (algo semejante al halloween, sólo que más "santo"); en fin, la navidad es complicada. <div>
<br /></div>
<div>
Yo he permanecido durante varios años indiferente a esta época que, para muchos resulta ser la más gloriosa, amorosa, amistosa, fantasiosa, perezosa, luminosa, esplendorosa y demás adjetivos que terminen en "osa" y otros. Supongo que el dejar de ser niña abrió un rencor por esta "hermosa" época que antes amaba; y es que dejar de ser niño no es fácil para la navidad. Ella, aunque no nos demos cuenta, sufre todas nuestras injusticias, todos nuestros malos tratos y empeora cada día más, volviéndose como una anciana vieja, cansada y arrugada que no logra moverse. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Las navidades de antaño eran alegres y divertidas como todas las navidades de entonces: se disfrutaba de la familia (papás, tíos, primos, hermanos, abuelos, etc.) de los amigos buenos o malos y hasta de los animales. Y es que la navidad en ese momento era algo bello, algo que se apreciaba realmente, algo mágico que hacía brillar el espíritu de los niños, que parecía hacer brillar el de los adultos e iluminar forzosamente el de los jóvenes. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Sí, mi rencor hacia la navidad fue creciendo cuando aquel día descubrí que ya no merecía obtener los regalos a mi capricho, cuando descubrí que sería yo el duende que le ayudaría a Santa a escoger los próximos regalos, cuando las luces ya no brillaban alegres, sino que parecían estar suspendidas en su esplendor como por una clase de magia que les impedía extinguirse, cuando todo se tornó demasiado áspero, demasiado crudo, cuando ya no importaba la inocencia infantil que me hacía creer en ella, en la navidad. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Yo odio la navidad con toda la carencia de inocencia infantil que tengo desde entonces, odio que no sea como antes, que ya no me produzca un tipo de pasión y esencia especial, que ya la natilla no sepa a lo mismo, que la comida no huela a lo mismo, que el mundo no tenga los mismos colores, que la gente no sea la misma, que los días se extingan y yo no piense lo mismo. La navidad ha sufrido éste tormento, ha permanecido quieta desde entonces, quieta dentro de mí; parece que no quiere salir y supongo que nunca lo hará, y es que la navidad ya no es la misma historia, ya no es la misma felicidad. </div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-69465941452895999182012-10-30T16:12:00.000-07:002012-10-30T18:22:12.155-07:00La ciudad<div class="MsoNormal">
<b>Por: </b>Camila González Plata</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Qué te
parece la ciudad?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante: </b>La
ciudad está bien</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Que te
parecen las calles?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Las
calles están bien</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Y aquel
edificio? </div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Bonito</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Es nuevo</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¿¡Ah!
sí? No lo sabía</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Eso
siempre pasa, todo últimamente es nuevo.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Entonces,
¿Cómo supiste que era nuevo?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Leí el
letrero, este de aquí en frente, dice: Obra finalizada; con fecha de dos meses.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¡Ah!
Sí, ya lo veo.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Sí…</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¿Y a ti
cómo te parece la gente?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Por qué?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Bueno,
es que casi no puedo caminar</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Te
incomoda?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Un
poco</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> A mí me
gusta, hay posibilidades de ser más sociable, de hacer más cosas.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Prefiero
el pueblo</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿No te
agrada la ciudad? </div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> No, me
entristece</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Qué es lo
que te entristece?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¿Ves a
ese hombre de allá?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Cuál? Hay
muchos</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Al
hombre acostado que está allá</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Es un
mendigo</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¿Mendigo?
¿Por qué?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> No hace
nada, eso es un mendigo</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¿Y cómo
sabes que no hace nada?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Porque
está ahí tirado</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Eso es
algo</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Bueno si,
pero eso aquí no cuenta</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante: </b>¿Por
qué no?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Hay que
trabajar como todos los demás para poder destacar, para poder vivir en medio de
toda la novedad, ¿no te parece bella?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¿Quién?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> La novedad</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¡Ah!
No sé, es incomodo.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¡¿Incomodo?!
¿Cómo puedes decir eso? Es lo justo, el mundo debe cambiar; no nos podemos quedar atrás.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante: </b>¿Y por
qué la ciudad no cambia con nosotros?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> Porque somos
muchos y ella es una sola</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> ¡Ah!
Es lamentable… </div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿Tú crees?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> Si. Espera, entonces volteemos aquí en esta
esquina, no es necesario pasar por encima sin mirar.</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Actor:</b> ¿A qué te
refieres?</div>
<div class="MsoNormal">
<b>Visitante:</b> A ese
hombre que está allá acostado debajo del puente.</div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-64230059114905461392012-10-01T19:48:00.001-07:002013-01-25T12:24:16.699-08:00RecordarPor: Camila González Plata<br />
Frecuentemente uno va notando que no tiene ganas de hacer nada, o que mas bien todo no vale la pena; quizá frente a esa resolución de ideas tan abstractas y suicidas las personas terminen haciendo eso, suicidándose. Nunca he tenido un suicida conocido, he escuchado mucho de ellos por terceros, pero nunca ha sido una experiencia personal; me gusta no tener esa clase de experiencias.<br />
<br />
Cuando alguien muere es simplemente paranormal, las sensaciones que se agolpan en recuerdos y las cantidades de sentimientos encontrados a través de éstas quizá sean la llave hacia la melancolía, y si no, hacia la locura. Tener recuerdos de alguien que ya está muerto asusta, no por el miedo a que algún fantasma o espíritu de esa persona aparezca a media noche, o de pronto tenga deudas pendientes o el sonido de sus pasos contra el suelo sea señal de tormento, tampoco por el miedo a que se caigan cosas de la nada o suene el teléfono y no se escuche a nadie del otro lado (todas cosas de películas), sino que asusta el hecho de seguir viendo en esos recuerdos el pasado de un pensamiento que alguna vez se pensó iba a suceder en un futuro ya inexistente.<br />
<br />
Yo recuerdo vagamente porque me he dedicado a no hacerlo, me he esforzado gran parte de mi vida intentando olvidarlo todo para que de nuevo se conviertan en algo sorprendente todas las cosas; la gente nunca entiende como alguien puede querer no recordar, yo tampoco lo entiendo muy bien, pero ayuda a dejar de lado lo malo y lo bueno, y solamente saber lo necesario de las cosas. A veces suele ser aburrido no saber más cosas, otras entretiene volverlas a intentar, volverlas a escuchar, volverlas a sentir, porque en esa sinestesia es que surgen los sentimientos de la gente, surge el alma de cada persona.<br />
<br />
Por eso a un muerto hay que temerle, porque ya estando muerto nos da mucho más que sentir que estando vivo; por medio de sus recuerdos nos agobia, nos sonríe, nos llora o nos deja sin respiración en el vacío absurdo del futuro. Lamentablemente el ser humano recuerda, lamentablemente también olvida, y aún más lamentable es que nunca sabrá para qué recuerda o para qué olvida.<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-4176924408634855352012-09-26T21:30:00.002-07:002012-09-27T17:49:01.889-07:00La muerte<div class="MsoNormal">
Por: Camila González Plata</div>
<div class="MsoNormal">
Me levanto a las cuatro y cuarenta y cinco de la mañana,
estoy perdida y desorientada, coloco el pie derecho en el suelo porque es
cuestión de suerte, luego el otro encima de una sandalia, porque me da miedo
neutralizar la suerte ganada con el primer pie, luego a éste primero también le
pongo la sandalia. Me paro y tambaleo, por un instante pierdo los reflejos y el
equilibrio, me dejo caer de nuevo sobre la cama, estiro uno a uno los músculos
para recuperar la precisión del caminar, abro bien los ojos y me levanto de
nuevo; camino tres pasos hasta el encendedor de la luz, mientras me rasco los
ojos para entrar por fin a la escena. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Enciendo la luz y todo parece comenzar: cojo una toalla café
de cuadros blancos y bordes dorados, la pongo en mi hombro derecho; abro la
puerta de la habitación que aún tiene seguro, miro hacia afuera y todo está
claro pero de alguna manera oscuro, me incorporo con dos pasos, miro hacia la
habitación de en frente y no veo nada, luego miro hacia la habitación de mi lado derecho y se ve el reflejo
de la luz traspasando la puerta
corrediza de vidrio como si quisiera entrar en la cama. Aún la luz es pálida.
Dos pasos más y estoy dentro del baño, pongo la toalla sobre el tocador y me
miro en el espejo, de vez en cuando me cojo el pelo con un cholo rosado que
siempre llevo en mi muñeca para no mojarlo, pero ésta vez es tiempo de gastar
el shampoo. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La rutina de siempre en el baño, luego salgo y encuentro que
el vapor ya se ha posicionado del espejo; ya no me puedo ver, sólo me seco el
cabello y la cara primero, luego el resto del cuerpo. Abro la puerta del baño,
de nuevo miro hacia afuera, ahora todo está más nítido. Doy cuatro pasos y de
nuevo estoy en mi cuarto: miro el reloj y son las cinco en punto; apenas hay
tiempo de vestirse, peinarse y desayunar. Lo hago todo con paciencia y sin
pensar en nada, tampoco enciendo la radio porque me perturban las noticias de
la mañana, tampoco escucho música porque siento el agite de mis movimientos al
ritmo de la canción; el televisor está en otra habitación de manera que nunca
he prescindido de él.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Al salir de mi casa comienzo a caminar, nunca me fijo en
nada excepto en los señores viejos de la cafetería con barrotes rojos que queda frente al semáforo donde siempre cruzo. Esa gente siempre está despierta desde
antes que yo. Una vez uno de ellos cruzó conmigo, me dijo que era
madrugadora y que eso era bueno, le dije que no tanto porque seguía con sueño,
se rió y me dijo que cuando quisiera tomara un café o desayunara con él, me
pareció curioso que invitara a una desconocida, y asentí con la cabeza sin
decirle nada, después mientras nos despedíamos me dijo: “yo ya no duermo”.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Me quedé un poco fría, por un momento pensé que quizá estaba
enfermo y que por eso no podía conciliar el sueño, luego, más tarde, me sorprendió
la idea de que quizá estaba esperando la muerte con ansias. No parecía un
anciano decrepito, ni tampoco alguien quejumbroso, además el hecho de que
hubiese invitado a una desconocida daba paso a una idea como esa. Él, pensé, esperaba a la muerte con ansias porque a esa edad ya no es prudente dormir, ya no es necesario cerrar los ojos e imaginar el “algún
día”, ya no es necesario acostarse para levantarse y tener miedo de que todo siga igual;
sospecho que a esa edad yo sí le tendré temor a morir, le tendré temor a la
muerte por algún motivo que aún no sé. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Al día siguiente me levanté más temprano, tenía más tiempo y cuando crucé por la misma parte en dirección a la
cafetería, allí lo encontré, me saludó y desayunamos…</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-21217739422978716642012-09-20T19:56:00.004-07:002012-10-03T08:36:19.791-07:00Escribir bebiendoPor: Camila González Plata<br />
He estado pensando durante largo tiempo en qué es lo que motiva a alguien a escribir, a beber y a escribir mientras bebe; no es que este pensamiento me haya venido de un acontecimiento interesante ni nada de eso, es simplemente que, una vez mirada la blancuzca pared durante algo más que una hora, se pueden descubrir las rarezas de los pensamientos ocultos en la mente. Yo encontré, entre el famoso y muy mencionado "viaje hacia el recuerdo" la causa del porqué hago éstas tres cosas.<br />
<br />
He pasado parte de mi vida escribiendo, otra bebiendo y una última pensando en por qué lo hago. Alguna vez decidí dejar de hacer estas dos cosas, lo recuerdo muy bien, tenía poco menos de quince y estaba entrando en la etapa de la bebida, pero no entré en ella junto con la escritura, sino que tuve, durante ese lapso, una vida bohemia; fui artista por un corto período, una artista que bebía mientras analizaba en la paleta de colores las posibles combinaciones para unas hojas y unos ríos, o para unos ojos y unos labios.<br />
<br />
La parte más deprimente, porque no vi algo extraordinario en ser artista, fue no poder tomar el pincel correctamente después de unas tres o cuatro copas; todo empezaba a deshacerse frente a mis ojos, comenzaba a perder color y a transformarse en una figura monstruosa que se enfrentaba a mí, que prácticamente me maldecía por estarla creando. Tuve que estar parcialmente drogada durante ese período para no haber notado semejante perfección en los movimientos leves de mi muñeca. Me asusté, lo digo francamente porque era yo quien pintaba todos mis pensamientos tan abiertamente que casi vomité. Eché algunos cuadros al fuego, porque hasta la propia basura podría enterarse de lo que allí decía, otros simplemente los llevo conmigo a todas partes, en una caja, tapados con telas de diferentes sábanas para que no se combinen entre ellos, ni mucho menos, puedan encontrarse.<br />
<br />
Y, llego la calma (lo sé, estoy loca); jamás volví a pintar, no volví a interactuar con aquello que creía me pertenecía, en cambio, recurrí de nuevo a la escritura, a confundir lo que no puede ser visto por medio de palabras, a dejarlo todo a la duda, a la incomprensión, al tedio. Me satisface escribir consciente porque creo que estoy engañando a alguien, me place beber porque se que dejaré de recordar y me tranquiliza escribir mientras bebo, porque sé que lo que escriba no lo entenderé después, porque sé que ni yo sabré lo que vive dentro de mi mente, porque sabré que puedo seguir creando.<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-10256781830855700382012-09-12T07:40:00.004-07:002012-09-12T07:43:33.662-07:00La educaciónPor: Camila González Plata<br />
En éstos días estaba viendo con unos compañeros la película, o más bien documental, de la <i>"Educación prohibida" </i>realmente no decía cosas novedosas, sino que era todo lo que en teoría nos habían planteado antes, pero como somos una generación tan visual nos entró mucho mejor el video que los montones de libros que siempre nos ponen a leer sobre ese mismo tema. Para quienes no conocen la película, aquí la pueden ver:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/SsJC5WybRQM?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
Ya luego de ver ésto pueden pensar que todo lo que dice el video es cierto y que alguna vez nos hemos sentido así con la escuela, con los profesores y con todo el ambiente educativo. Eso fue algo que me puse en la tarea de discutir con mis futuros colegas, que estaban parcialmente de acuerdo con todo lo que aquí se plantea; yo estoy en desacuerdo, no con la forma en que allí plantean qué y cómo debe ser la educación, sino en la forma en que la muestran o mejor dicho, plantean:<br />
<br />
<b>1.</b> Las imágenes del aula de clase que muestra la película no son para nada realistas, en el aula muy pocos alumnos se interesan realmente por cómo son educados, no puede haber un estándar de alumno ideal, cada individuo trae sus problemas y su rabia con el mundo; los estudiantes tratan mal a sus profesores no porque éstos no puedan hacer nada, sino porque su contexto cultural los está educando de esa manera. En las instituciones reales, no hay alumnos ideales, hay alumnos que se comportan bien o mal, que el maestro sabe que tiene que atender pero, ¿cómo lo hace si son cuarenta o más en un sólo salón?.<br />
<br />
<b>2.</b> Las instituciones "alternativas" que se muestran: cuántas de esas son públicas, seguramente que muy pocas. Esas instituciones que plantean una educación diferente aún no le pertenecen a todos, le pertenecen a unas pocas personas, porque es necesario que para que éstas funcionen obtengan recursos de algún lado. Las instituciones públicas simplemente no pueden actuar de ésta manera porque están sujetas a unos lineamientos curriculares que presenta el MEN (Ministerio de Educación Nacional) y por otro lado, es un interés de los altos mandos de la sociedad, de quienes nos representan, además que como la población es homogénea (en clases sociales) muchas de las veces, no se puede contar con recursos necesarios, o si los hay las políticas de los países aún no apuestan por la educación.<br />
<br />
<b>3.</b> La clase de familia que se muestra en el video es simplemente nuclear, mientras que en la actualidad y en el día a día, se encuentran niños que sólo viven o con su mamá o con su papá, o fueron criados por sus abuelos, o viven sólo con sus hermanos o con sus amigos o solos. La familia hace mucho tiempo, en nuestra sociedad, dejó de estar conformada por padre, madre y hermanos, ahora hay separaciones, niños que se crían solos, que se transforman en lo que otros les dicen, que tienen problemas y carecen de afecto. Hay que dejar de pensar que el niño tiene una familia como siempre hemos pretendido que sea, hay que pensar es en sus problemas, en cómo es su situación, para así poder entenderlo; esta clase de niños no son una minoría, son una gran mayoría sólo que aún es una especie de "TABU" pensar que algo como eso pasa.<br />
<br />
<b>4.</b> Los maestros no tienen la culpa, el estado y las organizaciones los van encasillando bajo sus reglas y hay muy pocos que no se dejan atascar y adoctrinar, hay quienes salen de las escuelas a investigar, a teorizar sobre la escuela, los alumnos, los docentes, y la educación, esta clase de docentes se está preocupando constantemente por eso y en general todos quisieron y pretendieron alguna vez preocuparse. La profesión del ser docente no se puede tomar como una vocación, porque también es un trabajo, no se le puede dar ese aire romántico del "amor a enseñar y a estar con los estudiantes" no se puede tratar al maestro como un "modelo" porque no es nada de eso, el docente es ante todo una persona, un individuo como todos, que es diferente a todos. El maestro también tiene sus días de tedio, en los que se estanca, tiene sus días en los que le gusta preocuparse por el estudiante, y lo hace, pero también tiene días en los que es un hombre y comienza a creer que en eso de educar no vale la pena esforzarse.<br />
<br />
Al final, aún quedan otros muchos puntos de vista que se pueden debatir con respecto a éste video, no es algo que esté totalmente fuera de la realidad, pero tampoco se centre mucho en ella. Hay que tomárselo con calma y pensar en todo lo que plantea, en cada posición que se toma y se presenta, porque hay cosas que son ciertas en unos contextos, pero simples fantasías en otros. Comprendería si alguien quiere debatir mi opinión o aportar un poco a ella; mis colegas lo hicieron, yo lo hice con ellos, por qué ustedes no lo harían entre ustedes y conmigo. Además, como dice el principio de la película lo que se dice ahí no es concluyente, sino que da paso a las opiniones, todo queda abierto.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-57194297006037530022012-09-02T10:55:00.000-07:002012-09-02T11:02:26.108-07:00La última víctima<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="MsoNormal">
Por: Camila González Plata</div>
<div class="MsoNormal">
Sentados en la plaza central,
sobre unas bancas de madera frente a la
iglesia, discutían el juez y el notario sobre su siguiente víctima. Ambos, habían
visto en los periódicos los estragos que estaba causando “la peste” en los
pueblos vecinos, por lo que decidieron disecar pequeñas bolitas de carne
envenenadas, y durante las dos últimas semanas, habían matado a más de treinta y
siete sin que nadie se enterara de quién había sido.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
La siguiente víctima pasó frente
a ellos: su nombre era Lola, tenía pelo negro, ojos saltones, falda de colores
y un collar rojo. Caminaba junto a la maestra del pueblo, con un paso saltarín
como si flotara. La maestra los saludó y habló de su preocupación por la peste, las muertes y Lola; ambos la intentaban calmar mientras que
Lola se escondía tras ella. </div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Esa noche, mientras que
todos dormían, el juez tocó, con las bolitas de carne en el carriel, quedamente
a la puerta de la maestra. Lola se asomó por el orillo de la puerta, el juez le
tiró una bolita de carne, y ese día en Giraldo ya nadie más se preocupó ni por muertes, ni por peste. El último perro
había muerto.</div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-71723918391625983002012-08-25T08:27:00.001-07:002012-08-25T08:32:26.027-07:00¿Lectura de a dos?Por: Camila González Plata.<br />
Hace algo más de un mes, un amigo, amante de la literatura y de los buenos tintos (¿quién no se entrega al tinto - café - negro cuando lee?) me invitó a que leyéramos juntos algún libro. Me dijo, para justificar su "extraña idea", que quería saber y experimentar de lo fantástico de una lectura compartida y/o de lo negativo que ésta trae. A mi parecer fue buena la justificación, y como jamás había leído un libro en conjunto con alguien más, me produjo algo de intriga y decidí que también quería tener la misma experiencia.<br />
<br />
Le dije que debíamos escoger un libro, así que nos dirigimos a la biblioteca de la universidad para mirar con detenimiento cuál de todos se podría leer en parejas. Pasamos al rededor de tres horas entre los innumerables volúmenes que vivían: en los estantes metálicos unos y en los de madera otros. De esos nos detuvimos en varios: en "La inmortalidad" de Milan Kundera, "Crimen y castigo" de Dostoievski, "La república" de Platón, "Las flores del mal" de Baudelaire, entre muchos otros. Decidimos que debíamos buscar, otros libros, un poco más pintorescos para poder leer en parejas, porque estos tocaban muy en el fondo de cada alma.<br />
<br />
Nos dirigimos, entonces, a la sección de Latinoamerica; desde allí nos veían: Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Tomás Carrasquilla, Julio Cortázar, Rafael Pombo, etc. Aquí lo pensamos varias veces; había unos (en el caso de Pombo) que nos evocaba recuerdos infantiles y ganas de repetir el "rín rín, renacuajo" a dúo. Sin embargo, descubrimos que a la hora de emprender nuestra lectura, ésta era tan única, tan perteneciente a nuestra infancia o a nuestra perdida niñez actual, que nos fue imposible continuar; en vez de leer, sólo recordábamos esos momentos de oscuridad y colores.<br />
<br />
Al final, lo decidimos. Sacamos nuestra conclusión de toda esa experiencia y no volvimos a mencionar el tema aquel de leer libros a dúo. Descubrimos que los únicos libros posibles para hacer eso son las cartillas en las que nos enseñaron a leer y a escribir, a diferenciar palabras y a hacer talleres en equipos; las cartillas o los documentos que se les asemejan, son los únicos en los que podemos disfrutar de éste tipo de lectura, porque los libros literarios son una cosa individual, así como quien lo escribió lo hizo en su soledad, nosotros sólo podemos leer esa soledad solos, y entenderla del mismo modo; ya después habrá tiempo para discutir nuestras reflexiones a dúo, pero ya todos sabemos que esa, es otra experiencia.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-6624360155614549502012-08-22T16:26:00.000-07:002012-08-22T16:29:33.434-07:00La simple dificultad. <br />
Por: Camila González Plata<br />
Hace una semana una profesora, poetisa, amante de Borges y de los gatos, sugirió que escribiéramos acerca de un detalle. Me reí frente a la ocurrencia y pensé que esa era la tarea más simple en la que me habían permitido pensar. Indudablemente estaba confiada y atenta a todo lo que pasaba a mi alrededor. Buscaba el detalle escondido entre los arboles, dentro de las sonrisas ajenas, en los lengüetazos de un perro, en el olor insoportable de la basura; sí, busqué el detalle hasta el cansancio.<br />
<br />
Al final lo que pensaba que resultaría ser una tarea fácil fue la más difícil que he intentado. No digo que no hubiesen detalles suficientes en el mundo, el problema era que habían tantos que no sabía cuál era más importante para mí. Fijarse en un detalle, en uno que valga realmente la pena escribir, es una tarea dura. Al final me quise echar a la pena, no sabía sobre qué escribir ni como debía escribirlo, ni con qué intención; de manera que por unos días me rendí en medio del insomnio y sueños atormentadores que parecían pertenecer mas bien a la familia de las pesadillas.<br />
<br />
Después de pensarlo mucho, lo encontré. Aquel detalle lo había visto mientras, cabizbaja, iba mirando el pavimento de la acera; encontré en las hojas algo interesante, pero no meramente en la hoja del árbol físicamente tumbada en el suelo, no; mi revelación fue mucho mayor: ante mí, se desvelaba el secreto de la caída de las hojas. Si lo piensan bien, el interés hacia las hojas casi siempre ha sido sólo fotográfico o meramente artístico, sin embargo la única expresión que se le hace a las hojas va conjunta con los sentimientos de soledad y nostalgia que éstas nos hacen sentir.<br />
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Yo por mi parte, no lo vi así, y debió ser más bien una cuestión de insomnio la causa. Yo las vi caer, y entre su caída note que no era que estuvieran secas, que no era que estuvieran corvas y con poco lustre, con poco verde; lo que noté tampoco implicaba que ellas bailaran en el aire, ni mucho menos que fuera esa su naturaleza. Yo presentí que eso pasaba, y lo escuché de ellas con el insomnio en el oído y el sueño en mis ojeras: noté, por fin, que ellas sólo se suicidaban.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-76169811526501661722012-08-20T10:45:00.000-07:002012-08-25T12:26:00.241-07:00El sueño prometido.Por: Camila González Plata<br />
Aquí escuchando a mi hermana cantando, y escuchando cómo su famoso sueño de grande es ser cantante y estar en un escenario en donde miles de personas la vanaglorien y griten su nombre mientras intentan desesperadamente subirse al escenario, donde ella canta y baila vivamente, para arrancarle la ropa (si son hombres o lesbianas) o para darle un abrazo y tal vez cogerle la mano y tomarse un par de fotos (si es gente normal). Escucha música y canta con un par de baquetas a los lados que tocan constantemente la mesa de noche, que ya tiene varios huecos y tiene craquelada la pintura. Yo disfruto viéndola tocar, y no niego que a veces siento ganas tremendas de burlarme de su sueño, y es que parece casi tan irreal y tan mágico como los cuentos de hadas y las películas de ficción.<br />
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Sin embargo, me llega un pensamiento mucho más sano y sensato cuando la veo; comienzo a ver en mi cabeza el álbum de los recuerdos y entre veo imágenes borrosas de mi, queriendo ser pintora; otro sueño casi invisible. Al final resulté creciendo y haciéndome más seria y más común. Entré a la universidad para estudiar filosofía e idiomas, y al final decidí que quería escribir en alguna parte, pero que me quería dedicar a eso. No voy tan mal, mi sueño está en proceso y dudo que cambie de parecer. Pero viendo a mi hermana recuerdo mis sueños ridículos y fantásticos. Ahora que lo pienso, ha sido terrible no poder volver a tener esos momentos de inspiración con los colores y los vinilos; no hacían falta palabras sino que la expresión de los colores se dejaba palpar con los ojos como el arco iris se deja del aire.<br />
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No sé si ha merecido la pena dejar esas sensaciones atrás, tampoco sé si fue bueno el haberlas abandonado sólo por seguir algo más seguro, sólo sé que no es preciso burlarme de ella, de mi hermana, ni de su sueño fugaz. Tal vez algún día ella termine por cambiar de parecer al igual que yo, y decidir que quizá sea mejor optar por una opción más segura, y entonces, pensará lo mismo que yo al verse al espejo, y esperará por un milagro que la vuelva a llevar al pasado, a éste momento en el que vive su sueño en la imaginación, a éste momento en el que la estoy viendo, casi burlonamente, reír y cantar, querrá volver sólo para recordar que era ella misma y que sí tenía un futuro.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7409636135291914108.post-32212381584715775762012-08-19T21:29:00.000-07:002012-08-22T16:27:18.293-07:00Media noche.Por: Camila González Plata<br />
Aquí estoy, a media noche en mi casa, sola y con mi perra al lado (ella me da calor). Me dio por escribirles porque ya ven que tengo insomnio, o no, no me ven de hecho. Ja! Llevo casi un mes sin ver anime (sí, me gusta el anime) para quien no sepa que es eso, son dibujitos tipo "caricaturas" pero japoneses; si alguna vez se vio Dragon Ball o Sailor Moon me entiende o más bien lo capta. Tengo las paginas de animes en mis favoritos de mi computadora, pero no, no puedo ver nada. Hace un mes que entré a la universidad, y ahora estoy leyendo como loca (por eso el trasnocho) y ya me acostumbre a todo eso, que lo que me queda es el insomnio, por eso nada de anime. (So sad)<br />
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Pero hoy tuve mi momento de rumba, o más bien de salir a tomar un par de cervezas con un par de amigos a un par de bares, a hablar de un par de cosas que ni al caso. Me puse unos tacones y ya me duelen los pies; las mujeres deberíamos revelarnos contra eso. Y para colmo la moda no favorece, o son zapatos planos que si medio pisas una piedra te deja la marca en la planta del pie, o son tan altos, que ni modo de andar una cuadra con ellos puestos, sería demasiado, y como la solución es tener carro y yo no lo tengo infortunadamente (tampoco conduzco) entonces, ¡ me toca aguantar!!<br />
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Ya tengo como sustico, mi perra se fue a dormir entre las cobijas de su casita, y yo estoy aquí en la mitad de la sala sola. Con la suerte que me gasto algún espíritu aparecerá, y si no, pues a lo mejor algo malo me ha de pasar apenas me pare de este sofá. Nunca se sabe: un golpe en el dedo más pequeñito, que se me enrede el cable de la computadora y me caiga yo o la computadora, o que entre un ladrón a mi casa (ya estoy exagerando). Pero sí, todas esas cosas pueden pasar, de hecho son cosas que pasan, a mi me pasan y muy seguido. No me hagan caso que tengo insomnio.<br />
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Pero listo ya voy a salir de aquí, voy a darle en publicar a esta entrada sólo porque no sé qué decir.... ¡ah! si ven, pasan cosas malas: mi perra se acaba de comer mi cepillo de dientes. Ahora me llevara más de quince minutos ir a dormir, y al rededor de media hora en buscar un cepillo nuevo. Ésta clase de cosas suelen suceder, a todos nos pasa. ¿A ustedes no? Ja! parranda de afortunados.Unknownnoreply@blogger.com0